Los sitios de reviews, criticas y en general todos aquellos expuestos al contenido generado por el usuario, lo que algunos vienen a definir con el numerito 2.0 pero que llevan años funcionando, están expuestos como casi todo en esta vida, a una manipulación por parte de sus usuarios.

Desde que existe Internet todo el mundo intenta “manipular” a los buscadores, la wikipedia, los ciaos y kelkoos, los blogs y en general todo lo posible, con tal de ganar unos enlaces, unas visitas, lo que sea…

El problema no es nuevo, y desde que existen los sitios donde el usuario puede dar su opinión, a nadie se le escapa que en muchos casos dichas opiniones distan mucho de ser reales aunque en una gran mayoría se ve a la legua la aportación de personas interesadas en ello.

Sin ir mas lejor, podemos recordar un post con una de las frases mas kafkianas que he oído últimamente, de parte del presidente del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), Miguel Mirones, pidiendo que haya un control para esas criticas por parte de las empresas tecnológicas.

Supongo que la mayoría de los usuarios con cierta experiencia ya saben separar el trigo de la paja, y por tanto discernir cuando una critica (positiva o negativa) es objetiva y veraz y cuando se trata de puro intento de manipular, también negativamente.

Pese a eso, los sitios web que tiene que bregar con ese problema intentan arreglar el desaguisado, cosa nada fácil, y que puede acabar convirtiéndose en un problema aun mas grande que el que tratan de solucionar.

Y eso es lo que le ha pasado a Yelp, uno de los mas populares en USA, que en el intento de evitar manipulaciones ha estado borrando reviews y cuentas de usuarios que eran sospechosos de manipular.

Concretamente acusan a un grupo de dueños de negocios de intercambiar reviews positivas y hasta tal punto ha llegado la situación, que hay un grupo de usuarios que se han unido creando un sitio web para preparar una demanda contra Yelp.

La verdad es que es un dilema al que cualquier sitio basado en contenido generado por el usuario está expuesto. O bien por tratar de evitar manipulaciones, pero también para evitar posibles demandas de terceros (si no ahí tenéis a los amiguete de la SGAE demandando a todo lo que se mueve) o incluso demandas de sus propios usuarios.

Seguimos mas de 10 años después de los primeros sitios de reviews con el mismo problema. Cierto que ha aumentado el contenido generado por el usuario, pero no se ha avanzado casi nada en el posible control y calidad de ese contenido. Algunas tímidos intentos con votaciones, karmas y otras historias, pero poco mas.
¿Habrá que esperar al 3.0 ?