Parece que casi 100 años después, aun mucha gente sigue los consejos de Rockefeller, el cual decía que sabía que había llegado el momento de vender sus acciones cuando su chofer compraba.

Algo similar me ha venido hoy a la memoria, al leer este articulo en El Condifencial

Es la eterna canción: los grandes movimientos del mercado comienzan siempre por las grandes instituciones; cuando ya están muy avanzados, el particular quiere incorporarse como sea a una subida tan fuerte que lo hace a cualquier precio. Desgraciadamente, lo normal es que entre en los techos y tenga que soportar alguna que otra corrección (o una tendencia bajista de tres años, como los que compraron en 2000).

El caso es que los particulares españoles se están lanzando de nuevo en tromba al mercado, al calor de una espectacular revalorización desde julio que ha destrozado los máximos históricos de hace seis años y medio en el Ibex. Y lo están haciendo a través de su instrumento favorito: los fondos de inversión.

Desde luego, entrar en un mercado que lleva un 60% de crecimiento en 2 años no parece la postura mas inteligente, sobre todo si se entra como esta entrando mucha gente, basándose en esos históricos como referencia, y esperando sacar un 30% anual.
Si a eso le sumamos las subidas de tipos, la inestabilidad del precio del petróleo, el freno del mercado inmobiliario y algún susto terrorista internacional tenemos todos los ingredientes para que antes o después venga una corrección importante y vuelta a empezar.

Lo digo esto, porque corroborando lo que dice el articulo, tengo amigos que acaban de meterse en fondos de renta variable españoles, engatusados por algún analisto y esperando sacar unas rentabilidades irreales, cuando yo lo que haría es justamente salirme, si tuviese algo invertido.

Ojala me equivoque, ya que no soy ningún experto, y ojala la gente se leyese mas la letra pequeña “rentabilidades pasadas no aseguran en ningún caso rentabilidades futuras”.