El pasado miércoles tuve que preparar una pequeña charla en Ideas UPV, que en principio era para presentar mi empresa pero que dada la audiencia la enfoqué mas como un relato de mi vida como emprendedor. Como solo había 5 minutos, se me quedaron muchos apuntes en el tintero, tanto de cosecha propia como de otras personas que han influido en mi vida y que creo que me han ayudado.
No me considero nadie especialmente capacitado o ejemplar como para dar consejos, pero quizás lo que voy a escribir a continuación pueda ayudar a alguien a no cometer los mismos errores que yo he cometido, y que si volviese 7 años atrás tendría en cuenta.
Pese a todo, como tan mal tampoco me ha ido pese a los tropezones, también me pregunto si no es necesario el tener que pasar por problemas para poder subsistir.

Pues nada, aquí van, sin demasiado orden, conforme me vienen a la cabeza

Si tienes que hacer un plan de negocio o unas previsiones, multiplica tus previsiones de gastos por 2 y divide tu ingresos estimados por 2.
Es muy difícil cuando se empieza el poder tener atados todos los imprevistos y también es fácil dejarse llevar por el optimismo y las promesas y sobrestimar posibles ingresos.
Esta formula, que me la dio un profesor en el CEEI hace mas de 10 años y se me quedó grabada,creo que es perfecta para cuando decides si te tiras a la piscina o no.

No dejes que tu proyecto o empresa dependa de una subvención
Las subvenciones son un arma de doble filo. Están muy bien en determinados estados de un proyecto, pero he visto muchos otros que para empezar casi dependían de una posible subvención. Estas suelen llegar tarde y desde luego es muy arriesgado que tu proyecto dependa de ellas. Hay muchos ejemplos de empresas que han muerto esperando subvenciones.

Prepárate para la posibilidad de no cobrar un euro durante un tiempo o en situaciones complicadas.
Si tienes obligaciones o ataduras que te impiden aguantar en una situación así, donde puede que no haya ingresos, mejor piensatelo dos veces

Se honesto. Contigo mismo, con tus clientes, con tus proveedores y con tus trabajadores.
No antepongas el negocio a tus principios. Tratar a un cliente de forma honesta, aun cuando suponga un quebranto en tu negocio, es a la larga positivo siempre.
Lo mismo es aplicable a proveedores y trabajadores.
Al final se trata de tratar a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.
Lo normal es que un emprendedor antes haya trabajado para terceros y se haya quejado del trato. No tienes porque hacer lo mismo que te hicieron a ti y tanto criticaste.

Se sincero cuando hay problemas

Si tienes un problema, sea cual sea, explícalo, bien sea a clientes, proveedores o trabajadores.
Si tu servidor se ha caído y no tienes ni idea de lo que ha ocurrido, mejor que se lo digas así a tu cliente que el salir con excusas o peor aun, no responder.
Los clientes aunque no lo parezca agradecen mas esto que que se les ignore y se les mienta.
Lo mismo se puede decir cuando tienes un problema con un proveedor o con tus empleados. Las excusas y cuentos chinos pueden funcionar alguna vez pero a la larga solo te van a traer problemas.

El cliente no siempre tiene la razón.
Tu no eres El Corte Ingles, y una cosa es tratar bien a tus clientes y otra que te la metan doblaba.
Hay veces que hay que hacer concesiones, sobre todo cuando empiezas. Pero una cosa es eso y otra que te tomen el pelo.
Se sabe que un porcentaje mínimo de clientes causan la mayoría de problemas y dolores de cabeza. Esos no son rentables, y aunque es difícil identificarlos a priori, cuando lo hagas no te lo pienses. Díselo claramente, y si es necesario prescinde de el. Ademas esos momentos de enviar a alguien a freír esparragos son muy reconfortantes y des-stressantes.
Ahora, cuidado porque si crees que la mayoría de tus clientes no tienen razón, entonces el problema lo tienes tu.

Trata de atar muy bien plazos, pagos y condiciones.
Es un error muy común al principio el dejar muchos cabos sueltos en todos los sentidos. Las ganas de hacer tus primeros trabajos te hacen saltarte algunos requisitos imprescindibles que puedes acabar pagando muy caros.
Si un cliente no acepta determinadas condiciones que tu tienes claras, mejor dejarlo pasar. Dormirás mas tranquilo

No trabajes para amigos íntimos y familiares.
Dicen que la confianza da asco. Y es cierto. Trabajar para amigos, conocidos o familiares es asqueroso, salvo honrosas excepciones. Y ademas te puede afectar en lo personal.
Si tienes que enviar a un cliente a la mierda, mejor que no sea de tu círculo mas personal.
En mi caso, la mayoría de los pocos problemas han venido por ahí.


Se agradecido, pese a no conseguir tus objetivos

Los clientes suelen pedir varios presupuestos, y es muy fácil que al principio no consigas demasiados contratos, pese a pasar propuestas como un loco. Puede ser frustrante, pero no dejes de ser agradecido por ello. Un simple email al cliente dándole las gracias por todo puede acabar siendo un próximo proyecto. No cuesta nada quedar bien.

Elige muy bien a tus socios
Yo no me puedo quejar. Pero he visto muchas empresas rotas por divergencias entre los socios. Es bastante habitual que se junten varias personas en un proyecto (emprender solo es muy duro) sin conocerse a fondo. Cuando las cosas van normal no suele haber problemas. Pero cuando van muy mal o muy bien es cuando de verdad conoces a las personas. Y disolver una sociedad es una historia para no dormir si hay problemas entre los socios.

Pagos y administración
Este es un punto complicado. Yo desde un principio decidí no trabajar nunca para la administración. Y también decidimos tener claros unos requisitos respecto a los pagos.
Entendíamos que si un cliente no está dispuesto a pagar un % al empezar un proyecto, que no nos merecía la pena.
Es algo que seguramente no es extrapolable ni sirva como consejo en general, y me parece perfecto que haya gente que base su negocio trabajando para la administración y que acepte plazos de pago vergonzosos que por cierto acaban “pasando” a sus proveedores.
Este tema daría para un post solo, así que lo dejo aquí.

Date a conocer
En mi caso el principal “comercial” han sido los clientes y nuestro trabajo. Desde hace años no tenemos comerciales propiamente dicho, y últimamente el blog y acudir a algunos eventos (sin abusar, que si no uno no trabajaría nada) ha ayudado bastante.

Haz cosas sin esperar nada a cambio
Dedicar parte de tu tiempo en labores no remuneradas es a la larga muy rentable, lo cual no quiere decir que lo hagas por ese motivo.
Colaborar organizando eventos, ayudar a otros emprendedores, implicarte en iniciativas sin animo de lucro, donar hardware que no usas y en general ayudar a alguien sin esperar nada a cambio aparte de hacerte sentir mejor siempre acaba reportando algo.

Se flexible cuando la ocasión lo merezca – Evita conflictos y juicios
Hay ocasiones donde pese a tener la razón de tu parte (en plazos, pagos ) el ser flexible es la única salida posible.
Como se dice, es mejor un mal acuerdo que un buen juicio. Hay gente que enseguida amenaza con abogados. Trata de evitarlos.

Como se que esto lo lee emprendedores de mucho mas éxito que yo, se agradecen mas aportaciones, que da para ello.